Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo,
Dios y hombre verdadero, creador y redentor mío, por ser vos quien sois, porque
os amo sobre todas las cosas, me pesa el alma de haberte ofendido. Propongo firmemente
nunca más pecar y apartarme de todas las ocasiones de ofenderte, confesarme y
cumplir la penitencia que me fuera impuesto, os ofrezco Señor mi vida, obras y
trabajos en satisfacción de todos mis pecados, así como os suplico, así confío
en vuestra bondad y misericordia infinita, que me los perdonareis y me daréis gracia
para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio, hasta el fin de mi
vida. Amén.
MISTERIOS PREPARATORIOS
(Sábado)
1º. La Inmaculada Concepción de María Santísima
Y entrando le
dijo: Alégrate, llena de gracia,
el Señor está contigo. Lc 1, 28
Padre nuestro. 10 Avemarías. Gloria al Padre.
María es Madre
de Gracia y Madre de Misericordia
En la vida y en la muerte amparadnos oh gran
Señora.
Oh, Jesús
mío, perdona nuestros pecados líbranos
del fuego del infierno, lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de tu divina misericordia. Amén
Reflexión
Aprendamos de
María a que siempre estuvo dispuesta a ser fiel a Dios y a vivir en santa
pureza.
2º. La natividad de
Nuestra Señora
Y Jacob engendró a José,
el esposo de María, de la que nació Jesús, llamado Cristo. Mt 1,
16
Reflexión
Sepamos
ser testimonio de esperanza, porque en el nacimiento de María
se enciende una luz
en nuestra peregrinación.
3º. La presentación de la Virgen en el templo
Dentro del corazón
he guardado tu promesa, para no
pecar contra ti. Sal 119, 11
Reflexión
Aprendamos a ser obedientes a
Dios y a
confiar en su Divina Providencia.
4º. La virginidad
perpetua de Nuestra Señora
Y sin que la
conociera, Ella dio a luz un hijo
al que él puso por nombre Jesús. Mt 1,25.
Reflexión
Sepamos defender la honra de nuestra Madre, con sencillez y
con amor hacia Ella, siendo ejemplos de
buenos hijos.
5º. Los
desposorios de San José y Nuestra Señora
Al sexto mes fue enviado por
Dios el ángel Gabriel a una ciudad
de Galilea, llamada Nazaret, a
una virgen desposada con un hombre
llamado José, de la casa de
David; el nombre de la virgen era María. Lc 1, 26-27
Reflexión
Que sea permanente en nosotros vivir
en amor, para formar dentro de
nosotros Sagrarios vivos,
como fue San José y la Santa Señora para
Jesús.