Al
leer el capítulo 1
de san Mateo, las traducciones
de la Biblia parecen no traducir
correctamente. Y así dan
una mala visión de San José.
¿Por qué estas
traducciones hacen ver mal
a San José?
En
primer lugar hacen creer
que el santo Patriarca quería
divorciarse, repudiar a la Virgen
al enterarse de que estaba
embarazada. Veamos lo que
dice las Sagradas Escrituras sobre
este tema y
luego analizaremos los
verbos en griego (versión más antigua que ha llegado a nosotros de este
Evangelio) y así poderlo colocar
en su respectivo contexto.
"La generación de Jesucristo fue de
esta manera: Su madre, María, estaba desposada con José y, antes de empezar a
estar juntos ellos, se encontró encinta por obra del Espíritu Santo. Su marido José, como era justo y no quería
ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto.
Así lo
tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo:
«José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo
engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre
Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»
Todo esto
sucedió para que se cumpliese el oráculo del Señor por medio del profeta: Ved
que la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,
que traducido significa: «Dios con nosotros.» Despertado José del sueño, hizo
como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer."
Mt 1, 18-24
Dice que la Virgen está desposada
con José, pero la palabra
en griego es: μνηστευθείσης. Significa
estar en matrimonio, dar
regalo de matrimonio. En ese
sentido recordemos que
primero se casaban
y luego al pasar un tiempo
la mujer
iba en un cortejo a la
casa del marido. De
tal modo que en
lo que el hombre
preparaba la nueva
casa donde vivirían, la mujer permanecía
con sus padres. Por ello
es que luego
dice el texto: “su marido José”. Si no diría “su novio José, o José
su futuro marido,
o José con quién
se había comprometido”.
La siguiente palabra que
dice el texto es
justo, que en griego puede también entenderse
como santo. El texto continúa
diciendo que no
quería ponerla en evidencia y que por
ello resuelve “repudiarla”. Pero
la palabra no es
repudio, ni divorcio; sino liberar. ἀπολύω, apolúo,
que significa liberar, soltar, aliviar, dimitir;
por eso san José
prefiere al conocer del embarazo
de María dejarla
en secreto, liberándola de la
carga del matrimonio al irse
él. Ya que si san
José desaparece de la
vida de María, el
que quedaría mal ante
los demás era él y
no ella.
¿Por qué san José
quiere dejar a la Virgen?
Los siguientes
versículos lo explican. El ángel
en sueños le dice que no
tema tomar a María
tu mujer porque lo
engendrado en ella es del
Espíritu Santo. Pero el texto
debería decir “porque
en efecto” ya que la
palabra griega es γάρ que
es utilizado para explicar.
El texto tendría ahora
sentido, pues san José pretende
dejar a la Virgen libre, porque
él ya sabe
que está embarazada
y pensaba que lo engendrado por la Virgen provenía de Dios.
La única manera
de entender esto, es porque la
Virgen ya había hablado con san José y este lo sospechó.
Y para no falsear
la realidad pretende
dejarla en libertad. Porque si
Dios era el padre ¿cómo él se haría pasar
por padre de un hijo que
no era suyo? Era usurpar
su lugar. Por
eso dice la Escritura que
era justo.
Dios por
eso acude y le
dice que no tema,
que él puede
poner el nombre
al niño. Es decir,
que frente a esta
situación, Dios le permite
que sea el padre
terreno del Niño Jesús. Así san Mateo
explica que Jesús nace
de una manera milagrosa, la Virgen queda
embarazada por obra de Dios.
Es
importante anotar también como san Mateo que
escribe para los judíos convertidos
al cristianismo, utiliza
la figura de
José del Antiguo Testamento como una prefigura
del nuevo José. Destaca el hecho del
sueño; José es presentado
como “el soñador” (Gen 37, 9) y
recuerda a José reverenciado
por el sol, la luna y las
estrellas.
Entonces al leer
el texto de San Mateo, Dios le permite
a san José que
sea el jefe de la
Sagrada Familia, y el Sol (Jesús),
y la luna (María) le
estén sujetos a sus
cuidados. El niño
aprenderá de él,
será cuidado y alimentado por él. La Iglesia verá
como “quién acude
a él, no será defraudado”[1]
San
Mateo termina diciendo que
luego del sueño hizo lo
mandado y παρέλαβεν “tomó consigo” que
significa “asumió”. ¿Qué asumió?
Su papel como padre de Jesús
y esposo de María. Como
custodio y defensor de
ellos. Y así el Sol
y la Luna estuvieron a
su cargo. Y la Iglesia (las estrellas)
lo honra piadosamente.