La obra representa a Jesús con sus manos llagadas, con una se toca su Corazón y con la otra bendice. Es una obra del artista Pedro Gregori, que mide 12 metros en bronce. Procede de España y llegó a Guatemala en barco. Debido a su peso y forma tuvo que ser llevado a otro puerto y desde ahí traerlo a la ciudad de Guatemala. Desde aquel momento bendice al país y nos recuerda que somos suyos, siempre suyos.