Misa de los Dolores Internos del Sagrado Corazón de Jesús
Beaterio de Belén
25 de agosto 2014
"Se escribió que el Jueves Santo 9 de abril de
1857 en el Beaterio de Belén de la Ciudad de Guatemala, la Beata Encarnación Rosal escuchó una voz que le dijo:
“No celebran los dolores de mi Corazón”. Jesús Resucitado se le apareció derramando sangre por todos los poros y
mostrándole el Corazón traspasado por diez dardos crueles, signo del
quebrantamiento de los diez mandamientos.
“Una noche
(dice) vi aparecer ante mi vista una luz clarísima y en medio de esta apacible
luz se me apareció nuestro Señor Jesucristo derramando sangre por todos sus
poros, y con melifluo acento, mientras me descubría su amante Corazón
traspasado por diez dardos que sobremanera le herían, me dijo: “Estos dardos me
traspasan porque los hombres quebrantan los diez mandamientos de mi Santa Ley”
Solicitó licencia del señor Arzobispo, que le dio primero de palabra y luego por escrito y la amplió para los días 25 de cada mes. La Madre Encarnación Rosal que tuvo siempre cierto carácter o temperamento de ejecutiva ( y esto se necesita para los cristianos católicos, y sobre todo las cosas de Dios) y lo que había de hacer, gustaba de hacerlo pronto, procuró en seguida hacer pintar una imagen del Sagrado Corazón con los diez dardos, tal como ella lo había visto, la mostró al Ilmo. Mons. Piñol, su confesor y la pasó al P. Muñoz que le dio el visto bueno y mandó a hacer una imagen conforme en todo a esa pintura.
Después el señor Canónigo don Manuel Espinosa mandó fabricar una imagen aún mayor que se colocó en la capilla y que, según aparece, es la que se venera hoy en esta rectoría de las Beatas en la capital de Guatemala.”
El 25 de
agosto del mismo año se realizó por primera vez la celebración de los Dolores
Internos del Sagrado Corazón de Jesús en el Beaterio. De esta forma cesó la
epidemia de cólera que azotaba a la República de Guatemala. Esta celebración se
realizó con licencia del IX Arzobispo Metropolitano y primer arzobispo nacido
en Guatemala, el Ilmo. y Revdmo. Mons. Dr. Francisco de Paula García Peláez.
El
23 de junio de 1895, por disposición del XI Arzobispo Metropolitano, el Ilmo. y
Rvdmo. Mons. Lic. Ricardo Casanova y Estrada, quién se hallaba desterrado en Costa Rica y recordemos
que estuvo 10 años desterrado. Eran
los gobiernos liberales de ese
tiempo, cuanto han sufrido los arzobispos pasados en nuestra Guatemala.
El Padre Ignacio Prado verificó la consagración de Guatemala al Corazón de
Jesús en la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Santiago.
Hermanos y Hermanas
nosotros tenemos que conocer cada
vez más la figura de Jesús, su vida, la persona de
Jesús y amarlo de verdad
y para amarlo de verdad tenemos
que conocerlo conozcamos
más y mejor a Jesús
nuestro Señor, no nos engañemos
no desviemos nuestra vida
para nosotros cristianos
católicos una persona nos tiene que debe guiar
y ese es Jesús. El es
el centro de toda nuestra
vida cristiana y amémosle a Jesús
en su corazón que significa toda
su persona porque Jesús
es el amor del Padre
dado a cada uno de nosotros.
También pidámosle a la Beata Encarnación
Rosal no solamente ese amor a Jesús
sino que lo demostremos a los
hermanos y que la podamos ver pronto en los altares . Amen."