En 1964 el Concilio Ecuménico Vaticano II, presidido por el Papa San Pablo VI proclamó a María como Madre de la Iglesia. Bajo el mando de Mons. Mariano Rossell Arellano, Arzobispo Metropolitano que participó en el Concilio, Guatemala celebró la institución de este título con la imagen de la Inmaculada Concepción del Templo de San Francisco.
Mons. Rossell, diez años antes, realizó la Coronación de la Inmaculada
de los Franciscanos, conmemorando exaltando la reciente institución de
la Fiesta de Santa María Reina del Cielo. En ese momento, el Obispo Juan
Bautista Montini, Pro Secretario, fue quién firmó el breve para dicha
Coronación.
Curiosamente, diez años después, el mismo Obispo, ya sentado en la Cátedra de Pedro, proclamó la maternidad de la Virgen sobre toda la Iglesia, detalle que no pasó desapercibido por los guatemaltecos de distintos puntos de la República, quienes dieron gracias a Dios en San Francisco.
El Diario La Hora del 4 de diciembre de aquel año nos dice: "Mañana sábado, de las 6 de la tarde a las 9 de la noche, habrán cultos especiales, para rendirle el homenaje filial del pueblo guatemalteco, como Madre de la Iglesia, título concedido por el Concilio Ecuménico Vaticano II..."
Si bien, desde 1524, el pueblo guatemalteco acogió la devoción a la Inmaculada Concepción y desde 1590, celebra a María como Madre, números periódicos dan testimonio de como la nación, guiada por el Papa y el Arzobispo, celebrar por primera vez de forma oficial este título en 1964.
¡Viva la Inmaculada!
Curiosamente, diez años después, el mismo Obispo, ya sentado en la Cátedra de Pedro, proclamó la maternidad de la Virgen sobre toda la Iglesia, detalle que no pasó desapercibido por los guatemaltecos de distintos puntos de la República, quienes dieron gracias a Dios en San Francisco.
El Diario La Hora del 4 de diciembre de aquel año nos dice: "Mañana sábado, de las 6 de la tarde a las 9 de la noche, habrán cultos especiales, para rendirle el homenaje filial del pueblo guatemalteco, como Madre de la Iglesia, título concedido por el Concilio Ecuménico Vaticano II..."
Si bien, desde 1524, el pueblo guatemalteco acogió la devoción a la Inmaculada Concepción y desde 1590, celebra a María como Madre, números periódicos dan testimonio de como la nación, guiada por el Papa y el Arzobispo, celebrar por primera vez de forma oficial este título en 1964.
¡Viva la Inmaculada!