Durante el transcurso de la
vida se ha oído
repetidas veces la
letanía o jaculatoria: “Alabemos
al Santísimo Sacramento del Altar
y a María concebida sin pecado original”.
Parece ser
que el Rey Felipe IV, quien
estuvo muy pendiente de propagar la
devoción a la Inmaculada,
fue el
impulsor de esta alabanza
a Jesús Sacramentado. Es
imposible una adoración al
Señor de Señores sin oír
tan siquiera una vez el
canto que inicia con esa
estrofa.
Debido
a que por ser el
rey de España, muchos
adoptaron esta letanía que poco
a poco se fue
extendiendo. Primero como una
alabanza, posteriormente ligado
al Santísimo Sacramento y su exposición
y luego con la melodía popular. Es interesante
conocer que en otras partes del continente utilizan esta, con letras
diferentes al de Guatemala.
Este es el
canto en Guatemala:
Alabemos al
Santísimo
Sacramento
del altar,
y a María,
concebida
sin pecado
original.
Vuestro
cuerpo sacrosanto
benignísimo
Señor,
prenda sea
que nos una
hasta la
eternidad.
Oh
cristianos que dulzura
halla el
alma en visitar
a Jesús que
con ternura
nos da
audiencia en el altar.
Vuestro
cuerpo sacrosanto
es del
cielo rico don;
es de
fuertes: alimento;
es de
débiles: vigor.
En España,
Nicaragua utilizan otras letra, o
música. Dando énfasis en algún aspecto en particular.
Para el segundo, recuerda a la Inmaculada; pues es un
canto especial de la “Gritería” (cantos que se le
hacen a la Virgen en
vísperas del 8 de
diciembre, de casa en casa)
El canto en versión "Chapina"
En verión nicaraguense
En otr versión