San
Maximiliano María Kolbe, fue un
fraile franciscano conventual. Su vida
se destaca en un profundo
amor a la Virgen y por establecer en el mundo una llama ardiente por
la Inmaculada.
FORMAS DE SER DE LA INMACULADA
Este santo fundó la Milicia de la Inmaculada, que no
es una cofradía.
Su misión es como su nombre lo
indica; milicia. Es decir hombres
que teniendo en su mente el ideal de
consagrar el mundo para la
Inmaculada, no descansen hasta lograr que
el mundo completo sea de Ella.
A
través de las manos
de la Inmaculada, se pretende
arrebatar las almas de las garras
del demonio. Todos pueden
pertenecer a este
movimiento, no importando si perteneces
a una cofradía, tercera orden, si es
religioso, sacerdote u obispo.
Esta forma de entregarse a la Inmaculada puede ser
de tres formas
según San Maximiliano:
1. La persona que consagrándose a la
Inmaculada, quiere perseguir como objetivo la santificación de las almas
a través de las
manos de la Madre, y que por lo
tanto actúa y reza solo.
2. Aquí pertenecen los que en comunidad trabajan, rezan y actúan
por este
objetivo.
3. En este
grado son aquellos que viviendo
en una consagración profunda a la Inmaculada se
abandonan en Ella. Son todo de
Ella y Ella de
ellos. La diferencia con el número dos es que
en este grado viven por completo para la Inmaculada, son de alguna
forma ya una comunidad religiosa.
San Maximiliano
presenta como condición la consagración
de uno a la Inmaculada y el llevar
la Medalla de la Inmaculada
(conocida como la Medalla Milagrosa)
LA INMACULADA PATRONA DE LA IGLESIA
Pero este
no es el único santo que ha
dado su vida por esta causa.
También existen otros santos que
dándose cuenta de que la mejor
forma de convertir
a las personas es a
través de la Virgen,
se han dado a la tarea, de conquistar
los corazones para Ella.
Así se
puede observar a San Ignacio de Loyola
que llevaba en su
bastón una figura de la Inmaculada. San Alonso Rodríguez afirma
que uno de los objetivos
de la Compañía de Jesús
es la defensa
propagación de la Inmaculada. Han
dejado todo por Cristo, viven para Él,
pero de la mano de la Inmaculada.
El
venerable padre Tomás Morales S.J.
también creó una especie
de Milicia para
la Inmaculada. La gran consigna
que utilizo fue: “La
Inmaculada nunca falla”.
Esta frase también fue
utilizada por el beato Papa Pio
IX, demostrando el amor que la Iglesia
le tiene a esta advocación como Patrona de la Iglesia
Universal. Así el Papa San Juan
Pablo II renovó la consagración de la
Iglesia a este
dogma, para que sea
Ella la Emperatriz del Cielo y Tierra. Pero como
dice San Luis María: Ella es
Reina de los corazones. Ha
esto debe aspirar los que
desean consagrarse a la
Inmaculada.
Para quién cree
que Ella es la
Emperatriz, la Señora, no hay otro camino.
Por ello quién se hace para
Ella, puede estar seguro que buscará imitarla y llegar a decir
con Ella: “Hágase en mí según su
palabra”. Entonces el Verbo, habitara
entre nosotros como lo hizo con la Inmaculada.
Bibliografía
https://www.google.com/search?q=tomas++la+inmaculada++no+falla&ie=utf-8&oe=utf-8&client=firefox-b-ab
https://carifilii.es/2015/03/25/la-inmaculada-nunca-falla-la-gran-consigna-del-padre-tomas-morales-s-i/
https://infovaticana.com/2017/05/27/la-milicia-la-inmaculada-san-maximiliano-kolbe-la-masoneria/
http://www.corazones.org/santos/alonso_rodriguez_sj.htm