Los rezados son expresiones de alegría
en honor a la Santísima Virgen María. Destacan los de la
Inmaculada Concepción, que no han sido
ajenos a la fervorosa
defensa de este dogma. Es bien
cierto que las procesiones alegres se han
convertido en vistosos conjuntos artísticos
que pueden ocasionar que
se olvide el verdadero sentido de un rezado.
Te compartimos estos
consejos, para que puedas
vivir más cristianamente esos momentos:
1.
Los
sacramentos
Cuando quieras participar
de un rezado, no olvides de confesarte
y comulgar. Preparando tu corazón es la mejor manera para que
puedas vivir el recorrido procesional de una forma
más auténtica. Las procesiones
son una especie de
retiro, donde buscas encontrarte
con Dios.
2.
Rezar
Puedes llevar tu
rosario y rezar pausadamente los
misterios. Procura hacerlo en silencio, y aunque estos
recorridos son expresiones
de alegría, intenta encontrar los momentos adecuados para
estar concentrado.
3.
Turnos
Cuando vas en una
procesión preocúpate por rezar, por
estar reflexionando en lo
que estás viviendo. Es cierto que sí tienes
un turno debes estar en la fila, formado, y al cargar seguir
en oración. No necesitas cargar una procesión, para sentir la experiencia.
La procesión es un momento para que tú reflexiones, ores y te encuentras con Dios. Si puedes cargar hazlo, pero no es lo más importante. Muchos pueden hacerlo, y no sacar ningún provecho espiritual, otros por el contrario. Tú no cargues por vanidad, sino para unirte profundamente en oración.
La procesión es un momento para que tú reflexiones, ores y te encuentras con Dios. Si puedes cargar hazlo, pero no es lo más importante. Muchos pueden hacerlo, y no sacar ningún provecho espiritual, otros por el contrario. Tú no cargues por vanidad, sino para unirte profundamente en oración.
4.
Los
gritos
En los rezados
de la Inmaculada, se
acostumbra a gritarle
piropos a la Virgen, sí lo
haces ten en cuenta que no
es para lucirte. Es una expresión de amor
profundo que debe llenarte para decirle que la
amas. Esta práctica que es muy común en tantos lugares, es mucho más expresiva cuando los vivas, aplausos o gritos son en comunidad.
5.
Participa
Es muy bueno que estés presente
en los rezados. Si vas hacer
algún tipo de ofrenda, recuerda
que debe nacer del corazón. Preocúpate que lo
que vas hacer no es por tradición, por
vanidad, o por orgullo. Los papelitos de china (retazos), las flores, las
alfombras son bien recibidas cuando se
hacen con amor.
Recuerda a Caín,
que ofrendaba lo peor, es mejor tomar
las cosas con calma
y en tranquilidad. Dios sabe lo
que tú haces, y la Virgen estará feliz
si es poquito o mucho, pero lo
más importante que haya
sido con amor.
No olvides que los
rezados pueden ser testimonio para otros, que tu participación sea de
oración, si puedes ofrecer algún
sacrificio hazlo (no tomar fotos podría
ser), que otros vean en ti lo que es en
verdad un cristiano enamorado de la Virgen. Lee
la alegoría del anda, intenta investigar lo que la cofradía
te quiso expresar y busca el tema en otras fuentes.
Verás que es mucho más rico si buscas información, ya sea lo que
los santos, la iglesia o la Biblia dice, al respecto. Al final puede ser de
provecho para tu vida espiritual.
Y por último recita
la oración: “Oh María concebida
sin pecado original, ruega por
nosotros que recurrimos
a vos, y por los que no recurren, no recurrirán o no tendrán tiempo
de recurrir a vos. En especial por los que tú deseas.”