En el mes
de enero se recuerda diferentes acontecimientos dentro de la Iglesia Católica de Guatemala.
Una de ellas
es el aniversario de fundación de la Archicofradía del Santo Sacramento del Altar en la Basílica
Metropolitana de Santiago apóstol, Catedral Metropolitana.
También otra basílica
tiene a
conmemorar otro
acontecimiento importante. En Santo Domingo celebran otro año más de la
coronación de la Virgen del Santo Rosario. Estos actos
buscan recordar la importancia
que tiene el Evangelio en el suelo guatemalteco.
Cuando se inició
el jubileo circular, muchas personas se
acercaron a adorar a Cristo;
pues se exponía
al Santísimo de una manera
más cercana. Así también la
coronación canónica o pontificia
tiene como fin acercar a los fieles
a una devoción particular.
CORONACIÓN Y DEVOCIÓN
Guatemala
ya había coronado a
diferentes imágenes de la Virgen de una manera
muy solemne y especial. Así recordar
la consagración y coronación de
la Virgen de la Merced, la Virgen del
Manchén, entre otras. Estos
actos fueron una consecuencia
de la tradición franciscana, ya que fueron los
frailes capuchinos quienes
iniciaron la costumbre de coronar
las imágenes de la Virgen María.
Son celebraciones
muy especiales alrededor de la
imagen de la Virgen, en la
que el obispo pone
sobre la sien de la Virgen una corona. Pues la veneración a
las imágenes de la
Virgen frecuentemente se manifiesta llevando una corona. Los Papas al aprobar esta
costumbre fueron incorporando el
rito de dentro de la liturgia en el siglo XIX.
Pero estos
actos en un principio fueron
realizados con la aprobación del Cabildo
Vaticano. Así el ícono de Santa María la
Mayor, la Virgen de Oropa abrieron la oportunidad para que este
acto se diera en otras partes del mundo con la bendición del Papa. Pero el mismo Papa San Juan XXIII recordaba
que el ícono de Santa María la
Mayor tiene un título popular ya que
la primer y principal patrona era la
Inmaculada del Cabildo Vaticano.
Al igual que
sucede en el Vaticano, la
Virgen de Veruela fue la primera coronada
canónicamente y no por ser la
patrona de España sino por instancias
de la provincia de los jesuitas
de Aragón. Pues los títulos
de los patronazgos no tienen
nada que ver
con la coronación. De igual
manera el acto de
colocar una corona, como la consagración de una
imagen tiene un significado mucho más
profundo que el simple hecho de
verter un sagrado aceite o
colocar una corona.
Lo que
invitan estos actos
es a una verdadera unión del
fiel con lo que se
realiza. El jubileo
tenía como fin acercar a Jesús
en cada comunidad.
La consagración busca que la
persona se vincule
y quiera donar su
vida a imitar
al santo cuya imagen fue bendecida
solemnemente o consagrada. La corona
colocada sobre la sien de
una imagen tiene como significado
el dejar que Jesús, o la Virgen reinen
en el corazón, como medio para vivir
de manera más
cercana el Evangelio.