La Iglesia recuerda en este primer día el Evangelio donde Cristo es presentado como "Luz de las Naciones y Gloria de su pueblo Israel". Pero también muestra la profecía del primer dolor. Es ese primer día dedicado a Santa María, Madre de Dios. La mujer que dijo que sí, y que con su sí permite que el Hijo se haga hombre.
Con su sí la Virgen tiene un camino a seguir, lleno de dificultades, tal y como lo revela Simeón. Esta profecía revela el dolor de seguir a Cristo, que llega a sus últimas consecuencias en el Calvario. Este primer dolor, anunciado por el anciano, estaba representado por la imagen de la Virgen del Manchén.
En Santiago de los Caballeros, existía siete capillas dedicados a los dolores de la Virgen. Iniciando con la Capilla del Manchén, con el primer dolor. Este dolor puede hacerse también el primer sábado de cuaresma, para corresponder cada uno, con su respectivo misterio.