Gracias a su modelo de apostolado convertía a masones, bandidos y delincuentes. También ganó muchos enemigos, pero eso no lo detuvo. La oración a la Sangre de Cristo, fue parte de vida. Compartimos la oración para antes de Misa y al finalizar:
"Padre Eterno te ofrecemos la Sangre preciosa de Jesús para que perdones nuestros pecados, salves a todos los difuntos y mantengas a tu Iglesia en el amor y la unidad."