San Juan, el compañero fiel


Compartimos  la iconografía  de san Juan, como la  persona  que estuvo con Cristo al momento de su muerte.  También como el que  estuvo acompañando a  la Virgen en su dolores.   Ya  que  la otra  representación no corresponde  al  momento de la Pasión de Cristo.


La  copa refiere  por  un lado a que  se  dice  que con ella  se  recoge la  sangre  de  Cristo, cuando murió en la  cruz,  por  otro lado  la  han utilizado como  representación de las  plabras del Señor: "¿Pueden beber la  copa  que  yo beberé?", que  es  un símbolo propio de  su  martirio. En  otras  representaciones la  copa  está  realizada  como sí fuese un pequeño caldero, recordando a  que  había  sido metido en aceite  hirviendo.  Como no murió  fue  desterrado.

Si bien estas  ideas  son reflejo de lo que  se  representa  en el arte, San Juan debe  acompañar  a la Virgen en sus  dolores  como lo hace  tradicionalmente, y no con los  símbolos  de  Evangelista, pues  dan otra  perspectiva  de lo que  el  acto procesional quiere  trasmitir.

Un gran santo carmelita, San Juan de la Cruz

San Juan de la  Cruz, es  un santo carmelita, que  fue  escritor, y reformador  de la  orden del carmelo junto con la  gran Santa Teresa de Jesús.

En Guatemala  se  puede  observar  a  San Juan en la  rectoría de Santa Teresa  y en el Carmen bajo. También existe  una  representación de  este en el Santuario de  Nuestra Señora  de los Despamarados  del Carmen,  o Santuario del Cerrito del Carmen.


La patrona de la vista, iconografía

Santa Lucía  es  la patrona  de los  ciegos  y de los  que  recurren  a ella  en relación a la  vista.  Fue una  mártir, que murió el 13 de diciembre, muy probablemente.  Existe  una leyenda que  intenta  dar detalles de  su vida, pero  esto es  solamente  una leyenda.

Se  sabe  que  existió por la  existencia de  su cuerpo, de algunas  referencias  históricas, y de  algunos  santos.  También hay constancia de  su culto en el siglo IV-V

El color rojo  recuerda  su  martirio. Hay una  leyenda  falsa  sobre que la  santa  le  sacaron los  ojos, esto  no tiene  nada  que  ver con ella. La  representación con un plato y los  ojos  es  posterior, ya  que el arte la  colocaba  con  una lámpara.

Un arzobispo enamorado de la Inmaculada

 Monseñor  Ricardo  Casanova  y Estrada, el Grande,  fue  un  arzobispo de  Guatemala.  Fue abogado, músico  y  poeta.  Se  convirtió en sacerdote  luego de  defender  a los  padres hijos  de  San Felipe  Nery, ya  que  en esa  epóca  estaban  en persecucción contra  la Iglesia  Católica.

El castigo  fue  vestirlo de  sotana, y pasearlo con ella, pero  Ricardo  se  dió cuenta  de que  esa  era  su misión. Entró al seminario y fue  ordenado sacerdote, a  pesar  de  que seguía  la  persecucción, él  defendía  a  la Iglesia.  Por  ello se  conserva  tan bella  oración que  reproducimos  a  continuación,  que él aún siendo sacerdote  le  dijo a  la Inmaculada  de los  franciscanos.  Posteriormente  será  nombrado arzobispo  y  será  desterrado. Pero  logra  regresar  y muere  mientras  hace  una de  sus  visitas  pastorales. 

Se  destacó  por  su  amor  al Corazón de  Jesús, a  quién consagró  este  país, a  la Inmaculada.  Gracias  a  su  trabajo logró incluir  a algunas  iglesias  dentro de las  Basílicas  Mayores.


ORACIÓN DE MONSEÑOR RICARDO CASANOVA, EL GRANDE

“¡Gloria a María por su Concepción Inmaculada! ¡Gloria a la doncella bendita, por esa noble y singular prerrogativa que engrandece al Señor y es para el hombre manantial de honor y bendición!…
¡Salud libertadora nuestra! ¡Salud, abismo de gracia, abismo de santidad, abismo de amor y de bendición!…
¡Oh Reina de la paz! haced que llegue la era dichosa en que no haya en el mundo más que una fe y una obediencia, en que la Iglesia abarque en su seno maternal razas, lenguas, climas e imperios, y ejerza sin contradicción ni puro y no turbado, entonces la tierra tendrá una sola voz para ensalzaros.
Y el himno universal que armoniosamente se eleve a vuestro luminoso trono, resonará hasta el último día y seguirá resonando sin fin en los alcázares eternos.
Reinad pues Emperatriz gloriosa y asócianos a la victoria contra tus enemigos”.

Seguro esto no sabías de San José

En las  Sagradas  Escrituras  pocas  veces  se menciona  San José. Si  bien el nombre  es  bastante  común en estos  escritos, el padre  de Jesús  aparece poco.  También existe diversidad  de  teorías  sobre  este  personaje.  El Padre Fernando Umaña Montoya ha  estudiado  mucho el tema  y explica  algunas  ideas  de  lo que  fue  este  gran santo. También el Papa San Juan Pablo II toca  el tema  como lo hicieron otros  santos.

Exponemos  algunos  argumentos  sobre  San José  y la Inmaculada Virgen María, la  anunciación  entre  otros.  San José  era  de la  familia  de David, como era  descendiente de  la  familia  real, podría  reinar  si la  casa de  esa  familia  estuviera  reinando.  Por  ello en Belén se  conserva un monasterio de  monjas  carmelitas, que  refiere  el Padre Umaña, es  donde  San José  nació.
Se  dice  que  era  un hombre  justo, por lo  que para  los  de la  época  equivalía  a un grado de  santidad.  En esa  época  existían los  esenios que  tenían por  costumbre  vivir  en castidad, consagrados  a  Dios, y no estaban muy lejos de Belén. También parece ser  que  en alguna  época, había  opción para  que  las  parejas  casadas  vivieran en castidad  dentro de ellos, pero  no duro mucho esta  práctica.
San José  y la Virgen, eran  dos  jovencitos, que  les  fue  impuesto el  matrimonio.  Pues San Juan Pablo II  refiere  que  en el  momento de  la  anunciación, la  Virgen ha  de  decir: “¿Cómo será  esto  posible  si no conozco  varón?”  (Lcs  1, 34).  Pues  si  estaban  ya  casados  es  lo  más  normal que  tengan hijos.  A  menos  que  de  común acuerdo  hubieran hecho algún voto de  castidad  y de  vivir  la  virginidad.



En esto dice  el Padre Umaña, que  cuando  fueron desposados,  la  Virgen le  dijo  a San José  que  Ella  había  hecho  voto de  virginidad.  San José ha  de  consentir, y como hombre conocedor  de las  Sagradas Escrituras,  en especial de las  profecías  del  mesías,  ha  de  ver  tenido en mente que la Virgen reunía los  requisitos  para  ser  madre  de  este.
Como  buen judío, debió  tener  en mente  aquello cuando se  casó con María. Los  habían casado, como se  hace  en esa  época,  y porque  San José  no tenía  preparado todo, vivían  aparte, cada  uno en la  casa  de  sus  padres.  En lo que  arreglaban todo, el ángel se le  aparece  a  la  Virgen.




Debió ser muy probable  que  San José  pasara  a ver  a la Virgen durante  aquella  época,  visitándola  muy a menudo.  Un día  de  esos, encontró a  su esposa  radiante, como si la  alegría la  invadiera. Al hablar  nuestra Señora  debió contarle  lo que  había pasado entre  el ángel y Ella. Entonces  su esposo, confirmo lo  que  ya  sospechaba.  Así San Juan Pablo II  dice que  este santo confirma  a  su esposa. Pues: “que José es el primero en participar de la fe de la Madre de Dios, y que, haciéndolo así, sostiene a su esposa en la fe de la divina anunciación. Él es asimismo el que ha sido puesto en primer lugar por Dios en la vía de la «peregrinación de la fe», a través de la cual, María, sobre todo en el Calvario y en Pentecostés, precedió de forma eminente y singular”

Pero sí san José  sospecho esto,  no  quiso usurpar  una  paternidad  que  no le  era  conferida. Ni tampoco que la  verdad  fuese  falseada, pues  al quedarse  él con la  madre, la  gente  pensaría  que  era  hijo suyo  y no de Dios.  Por  ello antes  de  casarse debió haber  estado pensado en  aquellas  posibilidades, pues  si  pasaba  él se  iría.  En esto ocurre lo de la  anunciación y aunque  el ceremonial de la  boda  no estaba  concluido, pues  faltaba  el irse  a vivir  juntos;  y san José  no quería  revelar  el secreto.  Para él su opción era  desaparecerse, pero Dios  en sueños le  confirma  la  tarea  de  que  ha  de  ser  padre  del  mesías.

Es  importante  al leer  el Evangelio de San Mateo  como luego de la  genealogía, se  expone  el nacimiento de  Jesús. El  padre Umaña afirma  que dentro de los  versículos,  hay omisiones  o malas  interpretaciones lo que hace pensar mal en la  figura  de San José.   San Mateo 1, 18  inicia  de  esta manera: “El nacimiento de  Jesucristo fue  así estando casada María  con José. Y antes  de  estar  juntos  se  encontró en cinta  por  obra  del Espíritu Santo. Su esposo José  como era  justo y no la  quería  poner  en  evidencia resolvió dejarla  en libertad.” 

San Mateo explica  que  Ella  ya  estaba  casada, y que San José  no  la  quiso poner  en evidencia,  en otras  versiones, dice  publicar,  ya  que se  refiere  a que  él no quiso  contar el secreto. Tal y como lo hemos  relatado. Por  ello  prefiere  dejarla  en libertad.  Pues  el  verbo no es  repudiar, sino desligar  o dejar  libre.  Según el padre  Umaña  este  verbo es  "apolío"  que  es  dejar  en libertad,  el mismo utilizado  en otras partes para  hablar  de  desligar. 
También el ángel le  revela  que  lo que  él  cree  es  en  efecto, obra  del Espíritu Santo, tal y como la Inmaculada  le  dijo. Por  ello   no tiene  sentido  la  revelación del  ángel, si este  no  hubiera  sabido  lo que pasaba.  Santa Brígida dice  que  el ángel le habla  en sueños  diciendo a San José  que  no tema  tomar  a María por  esposa  pues  tal y como Ella  te lo contó  esto es  obra  del Espíritu Santo.

Si San José hubiera  revelado algo, no le  hubieran creído. Las mujeres  que  salían embarazadas, producto de  un  adulterio eran apedreadas.  Y  aunque  el caso  no era  este, ¿Quién le  hubiera  creído a  San José, que  el embarazo era  un milagro? ¡Y más  que  era  el Hijo de Dios! Por  ello, no podía  hacer  más  que  estar  callado.  Solo el  ángel le  ayuda  en sueños.  Y  él hace  lo que le manda. Por  eso  san Juan Pablo II dice  que  las palabras  de Santa Isabel: “Feliz  la  que  ha  creído”  son aplicables  a San José, porque  él hizo lo que  el ángel le  ordena  en sueños.

Bibliografía
http://w2.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_exhortations/documents/hf_jp-ii_exh_15081989_redemptoris-custos.html
https://www.bibliacatolica.com.br/es/la-biblia-de-jerusalen/mateo/1/
https://www.youtube.com/watch?v=AgVVYdzbNbQ

Flores, plantas y la Inmaculada

Las  letanías  a la Inmaculada, quieren resumir algunas  de las  cualidades  o virtudes  que la Santísima  Virgen presenta.  Estas  son un recuerdo de  lo que  el cristiano debe  imitar.  También los  artistas han querido  representar  estas  virtudes  en símbolos para  presentar  al cristiano visualmente  algunas  de  estas.


La  serie  de  pinturas  sobre  este  tema,  presentan casi siempre la palma, la  azucena, el  olivo, las  rosas.  Otros  incluyen el espejo y de  acuerdo al espacio  y la  estética  otros  van incluyendo más elementos.  Pero conforme  se  le  agregan  más  de  estos,  la  representación parece  ser menos  la “Inmaculada”  y más  la  “Tota  Pulchra”. Aunque  representan lo mismo,  se  diferencian en el arte, ya  que la  última  es  una  representación un poco más  antigua.  Es  de  recordar  que  el dogma  no había  sido proclamado  y los  artistas  debían representar lo que  se les pedía.
Pero al  no estar  clara  la posición que  ellos  debían tomar,  tomaron elementos que podían usarse  para  proclamar  que  la Virgen era  purísima. Así algunos  llenaban los  cuadros  con elementos  de las  letanías lauretanas  y otros  le  colocaban elementos  de la  tradición o que  pudieran ser  bíblicos.
Por  ello se  retoman tres  de  estos  que  han sido muy utilizados para  recordar  algo de  nuestra Señora.  Y  aunque  las  representaciones  de la Tota Pulchra  en Guatemala  casi no existen, puede  tomarse  como modelo  a la Inmaculada,  Madre  de los Pobres  del Templo de San Francisco.  Ya  que  posee  dos  elementos  en los pliegues  de  su  tunicela  que  recuerdan  atributos  de la  Virgen. Probablemente  tuvo más, pero  por  haber sido  transformada, puede  ser  que los  haya  perdido.  Además  la  historia  de  las  obras de  arte  en Guatemala,  tiene  matizada  las  huellas  del  tiempo, los  desastres  naturales  y otras  cosas  propias  que  afectan a  cualquier  elemento de  culto. 


EL OLIVO

En las   letanías  a la Inmaculada,  se le  lee: “Olivo Inmaculado  del campo  místico del Señor”.  Esta  referencia  hace  alusión a  diversos  elementos.  Recuerda  a la paloma  que  traía  esto en el pico al ir  con Noé,  haciendo referencia  a  paz.  También el olivo es   utilizado para  el aceite,  en la  antigüedad  para  las lámparas y hoy para los  aceites  de la unción.  También es  utilizado  para  la  unción de  los  reyes, como David y sus  ramas  agitadas  cuando Jesús  entro en Jerusalén. 

También se  hace  alusión a  que  los  olivos  viven  mucho tiempo y que  a pesar  de  su  tronco  un poco  retorcido se mantienen  en pie. Por  ello la Virgen puede  ser  tomada  como la  Reina  de la Paz, la  reina y la  salud  de los  enfermos.  La luz  que  emana  del  aceite  símbolo de las  vírgenes  prudentes,  es  también un recordatorio de  que la  Inmaculada  es  la  Virgen que  vela  siempre  como verdadera seguidora  de  Jesús. 

Por  ello cuando la letanía  dice olivo inmaculado, no sólo se  refiere  a la Virgen  como reina, como salud de  enfermos  o reina de la paz, sino que  evoca  a María  como la  que se  ha  mantenido en pie y que  siempre  es  luz  en medio de la  obscuridad  y camino a los que  se  acercan al Señor.  Pues  por  el tipo de  árbol,  destaca  entre  otros y además  muestra que  a pesar  de  los  embates  siempre  se mantiene  erguida.  Son símbolos  propios  que los  artistas   a la  luz  de lo que los  cristianos  profesan en la  Virgen han extraído para  la  Madre.


LA  AZUCENA

Esta  flor  es  un símbolo de pureza,  no solo por  su blancura  sino por la  delicadeza  de  sus pétalos. También simboliza la  castidad  y la  han visto como símbolo de la  elección de Dios  en la Virgen. Pues  María  es  elegida  entre  todas las  mujeres.

También  quieren mostrar  que  así como las  flores, los lirios  se  visten “solos”, también Dios  ha permitido que  María  decida  sobre  su  vida. Ella  misma  ha  sido la  que  dice  al Señor,  ser  su esclava. Por  eso es  que  también la  azucena  es  símbolo de la elección de  María  a la  gracia.  


LA  ROSA

Flor  especial para los  regalos  entre  novios,  la  rosa  simboliza el sufrimiento de la Virgen al elegir  a Dios, el camino hacia el cielo está  lleno de  dificultades (espinas)  pero quienes perseveran llega  al paraíso (flor). Alude  principalmente  al martirio. Tuvo que  soportar  la  huida  a Egipto, el quedarse  sola  luego de la  muerte  de San José, el que los parientes  se quejaran de las  predicaciones de  Jesús.  En fin Ella  fue  tan valiente  que  esta  parada  junto a  la  cruz,  por  ello  es  digna  de  llamarse  Reina de los mártires. 

Alude  también al  cielo,  y como flor  selecta  y primorosa  destaca la Virgen, broche  de  oro  y  plenitud  de la  creación, con que Dios  la lleno de  sus  virtudes.  Ella  también es llamada  Rosa  sin espinas, pues  nunca  cometió ofensas  al Todopoderoso.  Es  una  flor, que  ha  tenido mucha  cercanía  con las  representaciones  marianas. También  aparece  en Lourdes  cuando en sus  pies  llevaba  una  en cada  sandalia. 


San José y la Inmaculada, y el uso de sus coronas


La  corona  es  un símbolo de poder, al igual que  el cetro. También la  capa  roja  como el salón del trono, estos  y otros  atributos  son utilizados por los  reyes  para  recordar  su señorío.  Así como los  reyes  de este  mundo utilizan estos  símbolos para  mostrar  su poder, los  artistas  han representado a San José, la  Inmaculada  y a  Jesucristo con estos  símbolos.


SAN JOSÉ  CORONADO
El Papa Pío IX  de  tan grata memoria,  quiso  incluir  al padre  del Niño  Jesús, como el Patrono de la Iglesia Universal,  pues  también coronó a  la Inmaculada, Patrona  del Cabildo Vaticano. Curiosa  similitud  darle a San José  este  lugar  tan importante  el día  8 de  diciembre  de  1870, día  de la Inmaculada Concepción.  Casualmente  el Papa Juan XXIII  recordará que la Inmaculada  es  la  Madre y esperanza de la Iglesia  y que la Inmaculada  del Cabildo Vaticano ostenta  el título  de Reina  y Madre  de la Iglesia Universal.

La  corona recuerda por una  parte  que  provenga  de la  estirpe  de David (Lcs 2, 4), pues  este  fue  rey de  Israel, pero  también lo utiliza  porque  Cristo  es Rey de  Reyes  y Señor de Señores.  Él  como padre  putativo del  Señor, representa  ese liderazgo que  le  ha  sido  conferido al cuidar  de la  sagrada  familia.  Para Jesús  San José  fue  su padre,  probablemente  paso  más  tiempo con él, que  con su Madre; al menos  mientras  estuvo  vivo. 

La muerte  del padre putativo,  ha  sido referida  con diferentes  tradiciones. Algunos quieren aducir  que  gracias  a la muerte  de  él, Jesús  pudo retrasar  el que  le  buscaran  una  prometida.  Con ello  lograr  que permaneciera célibe.  Pero  otros  han dicho que  san José murió de tristeza, al saber  que Jesús  iría  a predicar  y que  eso lo llevaría  a la  muerte.  Pero todo esto son tradiciones  y nada  hay cierto.  Lo que  sí es probable  es  que  San José  acababa  de  morir  o estaba aún muy presente su memoria, cuando al principio de las  predicaciones,  hablan de  Jesús  como hijo del  carpintero  o de  José  (Jn 6, 42)

  INMACULADA, EMPERATRIZ  CELESTE
En cuanto a  la Inmaculada, patrona  de  la comunidad: “Reina  en Guatemala”  lleva  una  corona  con diferentes  atributos. Durante  la  historia  de  esta  advocación  en Guatemala  tres  atributos pueden resaltar  la  importancia  de la Inmaculada  para los  católicos.  El primero de  estos  es  el olivo, símbolo de  paz, pero también recuerda  a  todos los  obispos  de la Iglesia  en Guatemala.  Ya  que  el  gran arzobispo  Monseñor  Ricardo Casanova, la  llama: “Reina  de la Paz”  y “Libertadora”.   
También la  han llamado  “Reina  de los  mártires”  y por  ello puede  ser adornada  con la palma y el color  rojo. Pues  Ella  también es Madre  de Cristo,  que  fue  martirizado por  nuestra  salvación.

Cada  quién puede  atribuir  estos  atributos  a  otros títulos  de la  Virgen.  Pues  ya  la  palma  es  muy popular  en los  cuadros  de la Inmaculada, ya  como símbolo de  victoria,  o bien de su santidad.  Otro de los  elementos  presentes  en la  corona  es la  Monja Blanca. Esta  es  una  flor  símbolo  nacional de la República  de  Guatemala, pero también símbolo de  pureza, su belleza  es tal que  puede  decir  que  en esta  se  resume  todas las cosas  hermosas de  la  tierra.  Así la Inmaculada  lleva  junto con las  estrellas  el recuerdo de  ser  “Reina  del Cielo y de la Tierra”,  tal y como lo proclaman los  Papas  y la  propia Iglesia.