Oh glorioso San José,custodio amoroso de Jesús y casto esposo de la Inmaculada,
tu que fuiste completamente dócil a la llamada del Espíritu Santo, obténme la gracia de conocer el estado de
vida al que el Señor en su providencia ha escogido para mí.
Y ya que mi felicidad en la tierra y la eterna en el Cielo dependen de esta opción, permíteme elegir sin errar.
Obténme la luz para conocer el Plan de Dios, para seguirlo
confiadamente, y escoger la vocación que me habrá de llevar a la vida
eterna.
Amén