La devoción de San José de Cupertino por la Inmaculada


San José  de  Cupertino es  un santo de la Iglesia  Católica, fue  fraile  franciscano  conventual. Se  le  atribuyen diferentes  fenómenos  místicos  y se le  tiene  por  patrón de los  estudiantes y de los  pilotos  aviadores. Esto debido a   que le  costó mucho estudiar  y a  que levitaba y llegaba  a  volar de  un  lado a otro.

Se  afirma  que  al ver  a la Virgen entraba  en éxtasis  y muchas  veces levitaba. Tan es  así que  alguna  vez le  vieron elevarse para  darle  un beso al niño Jesús que  estaba sentado en las piernas  de la Virgen. Y la Virgen estaba  como a  tres metros  del suelo.


Pero lo que pocos  saben es  que San José  de Cupertino le  gustaba  contemplar  a la Virgen bebé. Y  es que reflexionar sobre la  Inmaculada enciende  la  devoción  y el amor  de los  santos.  Al contemplar  estas estampas,  no se puede  dejar  de pensar  en cómo la madre  como perfecta  discípula  de Jesús, tuvo que vivir las  virtudes. Pues  se  afirma  que  Ella  fue la  esclava del Señor  y por lo mismo  vivió siempre  para  el Todopoderoso.

Al igual que San José  de Cupertino, también San Juan Eudes y el padre Pío fueron entusiastas  al contemplar  tal  misterio.