De San Irineo
"Cuando
vino Dios visiblemente a sus creaturas y fue sostenido por esta
creación que es por él mismo sostenida, expió aquella desobediencia
cometida bajo un árbol, por medio de la obediencia efectuada sobre otro
árbol, y destruyó así la seducción con que fue vilmente engañada aquella
virgen Eva, destinada ya para un varón, con la verdad que le fue
venturosamente anunciada por el ángel a la Virgen María, ya también
prometida a otro varón.
Y
así como Eva fue seducida por un ángel para que se alejara de Dios,
desobedeciendo su palabra, así María fue notificada por otro ángel de
que llevaría a Dios en su seno, si obedecía su palabra. Y como aquélla
fue inducida a no obedecer a Dios, así ésta fue persuadida a obedecerlo,
y de esta manera la Virgen María se convirtió en abogada de la virgen
Eva.
Al
renovar profundamente el Señor todas las cosas, declaró la guerra a
nuestro enemigo, aplastó a aquel que en un principio nos había hecho
cautivos en Adán y pisoteó su cabeza, según lo que, en el Génesis, Dios
dice a la serpiente: Pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu
linaje y el suyo: él herirá tu cabeza cuando tú hieras su talón.Con ello
se anunciaba que aquel que debía nacer de una mujer Virgen, hecho
hombre como Adán, aplastaría la cabeza de la serpiente.
De
esta descendencia habla el Apóstol, en la carta a los Gálatas, cuando
dice: La ley mosaica fue puesta por Dios hasta que viniese la
descendencia a quien se habían hecho las promesas.Más claramente aún lo
demuestra, en esa misma carta, al decir: Cuando se cumplió el tiempo,
envió Dios a su Hijo, nacido de una mujer. El enemigo no hubiera sido
vencido con justicia si el hombre que lo venció no hubiera nacido de una
mujer, pues ya desde el comienzo se opuso al hombre, dominándolo por
medio de la mujer.
Por
eso el Señor afirma que él es el Hijo del hombre, el hombre por
excelencia, el cual resume en sí al linaje nacido de mujer, de modo que,
si nuestra especie bajó a la muerte a causa de un hombre vencido, por
un hombre victorioso subamos de nuevo a la vida.