La segunda Inmaculada que aún se conserva


La  Inmaculada Concepción, Madre  de los Pobres  es  una  advocación propia  de  la  piedad popular de  Guatemala.  La Iglesia Católica  siempre  ha  venerado  a la  Virgen como la que  es  auxilio de  cristianos, refugio de pecadores, madre  de los pobres  y de los pecadores. 
La  iconografía  de la Inmaculada  en Guatemala,  evolucionó al igual  que  en otras partes  del mundo como  lo hizo la  representación de esta  creencia. Es  por  ello, que la  representación de la Madre  de los Pobres  de la Basílica  de la Inmaculada, templo de  San Francisco de Asís, es  de crucial importancia  para la  historia  de  la  devoción concepcionista.

La  Virgen Pasionista (desaparecida),  la Virgen del Coro  y la Madre  de los Pobres, todas  ellas  representaciones  de la  Inmaculada; son las primeras  esculturas de  esta  creencia  en ese  templo.  Por lo  tanto la  Madre  de los Pobres  es la  segunda que  se  conserva aún en ese  templo. Probablemente en el país será  de las  pocas  representaciones de  la Inmaculada  como la toda  bella.
 
La  Virgen representa  a la  llena  de  gracia, que por  consecuencias  propias  de la  época  fue evolucionando  hasta verla  con ropajes, cabellera  y las manos  extendidas.  Pero  como simboliza  la Inmaculada Concepción de  María ( nueve meses  antes que Ella  nazca  de Santa Ana) es  imposible  que  lleve  en sus  brazos  un niño, pues  aún no es  madre.

Con la Inmaculada de los Pobres  se  cerraba  el ciclo de las  fiestas  de  concepción,  primero en la  octava cuando salía  en procesión  y posteriormente  en  enero.  Aunque  los  rezados  a la Inmaculada en otras  partes del  país  siguen  saliendo,  esta  imagen  aún cierra  el ciclo concepcionista  en la capital.



Lastimosamente su devoción ha ido  deteriorándose,  y la  profecía  hecha  a un obispo, por la  Virgen  resuena  ahora para  el resto de católicos.  Recuerden  pues  que la Inmaculada, con sus manos  extendidas les dice: “Vengan a  mí”   pues  yo como  tierna  Madre  los auxiliare;  pero si no se  recuerdan de  mí, Ella  saldrá  a  su  encuentro  y les  dirá: “Acuérdate  de la Pobre”.