Meditando sobre la Inmaculada



Compartimos  algunas meditaciones  para  estos  nueve  días en honor  a la Inmaculada preparando así a  la gran solemnidad del 8 de diciembre. Pues  cada  uno puede llevar  a  otros  con su modo de  vivir  a la  que  es  pura y llena  de  gracia. Que  al  leer  se  medite  cada  mensaje  y pensando en Ella  se  acerquen a  la Inmaculada  fuente del amor  divino y plenitud  de  todas las  gracias.


30 DE NOVIEMBRE – “María, la llena de gracia”

“Acudimos a Ella —tota pulchra!—, con un consejo que yo daba, ya hace muchos años,  a los que se sentían intranquilos en su lucha diaria para ser humildes, limpios, sinceros,  alegres, generosos. Todos los pecados de tu vida parece como si se pusieran de pie. No desconfíes. Por el contrario, llama a tu Madre Santa María, con fe y abandono de niño. Ella traerá el sosiego a tu alma” San Josemaría Escrivá

Que Ella  nos  ayude  a dejar lo que no sea bueno y plante  en nosotros  frutos de  santidad.

1 DE DICIEMBRE – “Madre de todos, de cada uno”

"la Virgen se ha convertido verdaderamente en madre de los vivientes mediante la gracia, Ella que era madre de quienes por naturaleza estaban destinados a la muerte" San  Pedro Crisólogo

Gracias  a Ella  podemos  ir a  Cristo, pues  sin su intercesión,  ¡Qué  difícil sería  estar  cerca  de Él! Pues  que  siempre  vayamos  al Corazón de  Jesús  por  la Inmaculada y por  Ella  regresemos.

2 DE DICIEMBRE – “María, Maestra de oración”

“Ella puede repetir lo que la Sagrada Escritura dice de la Sabiduría: "yo he salido de la boca del Altísimo" (Ecl. 24, 3). Ella fue la predestinada por los divinos decretos para ser la madre del Redentor del mundo. No convenía de ninguna manera que la Hija preferida del Padre Celestial fuera ni siquiera por muy poco tiempo esclava de Satanás. San Dionisio de Alejandría dice que nosotros mientras tuvimos la mancha del pecado original éramos hijos de la muerte, pero que la Virgen María desde su primer instante fue hija de la vida.” San Alfonso María  Ligorio

Pidamos  que  como María, la  Inmaculada  sepamos pedir  con sabiduría, hablar con Dios  con sencillez  y humildad, para  repetir  con Ella: “He  aquí la  esclava  del Señor”  y cantar  con Ella  las proezas  de Dios.

3 DE DICIEMBRE – “María, Mujer de fe. Maestra de fe”

San Juan Damasceno afirma que la Virgen colaboró siendo mediadora de paz entre Dios y nosotros y que en esto se asemeja al Arca de Noé: en que los que en ella se refugian se salvan de la catástrofe; aunque con una diferencia: que el Arca de Noé solo libró de perecer a ocho personas, mientras que la Madre de Dios libra a todos los que en Ella busquen refugio, aunque sean miles de millones.

Que la Inmaculada, sea  nuestra maestra, ayudando a  confiar  en el Todopoderoso. Así como el arca  de  Noé  estuvo en el  agua y él se  dejó guiar por  Dios, así sea Ella la  que nos ayude  a rezar  y tener  fe.

4 DE DICIEMBRE – “María, Madre del Amor Hermoso”

“Convenía que María no tuviera la mancha del pecado original porque ella estaba destinada a llevar entre sus brazos al que iba a pisar la cabeza del enemigo infernal, según la promesa que Dios hizo en el Paraíso terrenal, cuando le dijo a la serpiente: "Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre su descendencia y la tuya, y la descendencia de Ella te pisará la cabeza" (Génesis 3).” San Alfonso Ligorio

En sus  brazos  descanso Cristo, así  confiando en su amor  maternal, pidamos  que Ella  siempre  sea  nuestro descanso y que  cada vez  que  nos  sintamos  tristes, sea Ella  el soplo que  nos  infunda  el amor  inmenso de su maternal Corazón.

5 DE DICIEMBRE – “Santa María, Esperanza nuestra. Maestra de esperanza”

“Oh Dios Omnipotente que por medio del Espíritu Santo has preparado el cuerpo y el alma de María como digna morada de tu Hijo, concédenos a los que la invocamos, vernos libres de todo mal. Amén.” Liturgia de la Iglesia

En María  contemplamos  nuestra  esperanza, pues  Ella  misma  supo dejarse  guiar por Dios, incluso en los  peores  momentos. San Maximiliano recordaba  que la Inmaculada era  nuestra  esperanza.  Pues  si Dios  la preparo en alma  y cuerpo  y la llevo  al cielo,  ¿Cómo Ella  que  es  Madre  nuestra  no intercederá por  nosotros? Ella  cuando estemos  en la  hora  de la muerte  con su  amor  maternal  nos  guiara  si  así lo creemos al cielo. Pidamos  pues que Ella  sea  nuestra  ancla y nos  ayude  a  llegar  a la casa  del Padre.


6 DE DICIEMBRE -“María, refugio y fortaleza nuestra”

“Piensa que Dios te quiere contento y que, si tú pones de tu parte lo que puedes, serás  feliz, muy feliz, felicísimo, aunque en ningún momento te falte la Cruz. Pero esa Cruz ya  no es un patíbulo, sino el trono desde el que reina Cristo. Y a su lado, su Madre, Madre  nuestra también. La Virgen Santa te alcanzará la fortaleza que necesitas para marchar con decisión tras los pasos de su Hijo.” San Josemaría Escrivá

Santa María, Inmaculada  y sostén mío, en los  momentos  más  obscuros  se  tú mi refugio y mi estrella  guía.

7 DE DICIEMBRE – “María, Maestra de vida ordinaria”

“¡Bendita normalidad, que puede estar llena de tanto amor de Dios! Porque eso es lo que explica la vida de María: su amor. Un amor llevado hasta el extremo, hasta el olvido completo de sí misma, contenta de estar allí, donde la quiere Dios, y cumpliendo con  esmero la voluntad divina. Eso es lo que hace que el más pequeño gesto suyo, no sea  nunca banal, sino que se manifieste lleno de contenido. María, Nuestra Madre, es para nosotros ejemplo y camino. Hemos de procurar ser como Ella, en las circunstancias concretas en las que Dios ha querido que vivamos” San Josemaría Escrivá

Pidamos  a  la Inmaculada  hacer  todo  con sencillez  y amor, dejando que  sea Ella  las  que  nos  lleve  de  su mano a  gozar  del Cielo.


8 DE DICIEMBRE – “Santa María, Reina de los Apóstoles”

“El libro de los Proverbios dice: "La gloria de los hijos son sus padres" (Prov. 17, 6). La gente llega a aceptar que los demás digan que sus padres eran pobres o ignorantes, pero lo que no desean de ninguna manera es que puedan afirmar que sus padres no eran gente buena. ¿Y cómo nos pudiéramos nosotros imaginar que Dios pudiendo hacer que su Hijo naciera de una mujer libre de toda mancha de pecado, hubiera permitido que Ella hubiera estado manchada por el pecado, y que Lucifer pudiera afirmar que aunque fuera por poco tiempo, había logrado esclavizar con el pecado a la Madre de Dios? No, esto nunca lo iba a permitir el buen Dios.

Por eso la Iglesia griega en uno de sus himnos dice: "Por especial Providencia hizo Dios que la Santísima Virgen desde el principio de su vida fuera tan totalmente pura cuanto convenía a su dignidad de Madre de Dios".” San Alfonso Ligorio

La Inmaculada  es  Madre de Dios, pero  también Madre  nuestra. Es la  Virgen que desde  el inicio  ora  y persevera  con los  apóstoles, por ello desde  los  inicios  la han  visto como Madre  de la Iglesia, reina  de los  apóstoles.  Que Ella  nos  ayude  a ser  fieles  al Evangelio  y a  vivir  y morir  por Él.